¿Alguna vez has entrado en una papelería y has querido llevarte todo a casa? Sí...lo reconozco, soy de esas. Y lo más normal que me puede pasar es entrar a comprar (o simplemente a mirar) en una papelería y llevarme a casa las cosas más curiosas, que posiblemente no sepa ni para qué me las llevo ni qué uso darles. Pero para variar, el día que encontré el Aironfix sabía para qué me lo llevaba. Yo solo iba a comprar tinta china, pero salí con un rollo de un metro de Aironfix debajo del brazo para encuadernar algo, no sabía el qué, pero algo haría...
Y lo hice, ya lo creo, ¡y lo que me costó hacerlo!. Cuando llegue con eso a clase Fernando me miró raro, pero me animó a experimentar. La verdad es que no es un material fácil de trabajar. Abstenerse aquellos que quieran esquinas redonditas. Lo que salío de aquel experimento fue este original cuaderno Bradel con lomo de piel de cabra roja, planos de Aironfix y mucho trabajo.
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