Fernando apareció un día por clase con un montón de mapas antiguos impresos en pergamino y nos propuso un fantástico nuevo proyecto: un libro de viajes. La imagen pertenece a un antiguo mapa que le regalaron hace tiempo y que él escaneó para poder hacer libros que se llenaran de recuerdos y momentos. Y solo por eso me encantó. A veces las cosas más nimias nos dan la inspiración para elaborar trabajos con alma como éste.
Hubo que adaptar las tripas del libro a las tapas y no al revés como se hace habitualmente, yo le añadí una cinta de raso color corinto y una tira de cuero del mismo color a modo de cierre, además de unas esquineras de latón envejecidas por mí, para darle carácter y aspecto de vivido al libro. Fernando añadió una hoja de cortesía de Libro de viajes.
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